Los antecedentes de la mujer profesionista en México se remontan a la época de la colonia, sin embargo la primer mujer graduada de la Universidad en México se registró en el año 1886 en la carrera de Odontología. Esto dio pie para que la participación femenina se incrementara en diferentes ámbitos profesionales.

La incursión femenina en los entornos laborales ha vuelto menos frecuente el modelo de madre ama de casa y ha generado un dilema en la mujer al tratar de elegir entre su desarrollo profesional o convertirse en mamá. Pareciera que ser madre y ser profesional son caminos encontrados y no debería ser así, la maternidad es un impulso natural y un anhelo legítimo que no debe significar un obstáculo para la vida profesional.

En México, las mujeres trabajadoras conforman el 43.8% de la población económicamente activa (PEA); de las cuales 69% son mamás, según reportes del INEGI.

No te sientas mal si decidiste optar por la maternidad y dejar a un lado tu faceta profesional, al contrario, dedicarse al hogar y los hijos es un trabajo arduo e importante, ¡también eres trabajadora!. Lamentablemente se han excluido a las madres que cuidan de sus hijos en casa de la conmemoración del 8 de marzo, habiendo una tendencia peligrosa de juzgar a las amas de casa, las cuales merecen igual reconocimiento que las que han decidido profesionalizarse.

Ser madre al 100% implica cuidar de tus hijos sin cotizar, sin cobrar, sin percibir aguinaldos, vacaciones pagadas, etcétera. Sus días transcurren dándolo todo a cambio de nada, desinteresadamente, sólo por amor. Son mujeres multitarea que no paran ni un segundo, corriendo entre hacer la comida, lavar ropa, ordenar la casa y atendiendo a los niños. Puede ser mucho más duro de lo que verdaderamente parece, no es un trabajo sencillo.

Si has tomado el reto de ser madre y profesionista al mismo tiempo, ya sea por gusto o por necesidad, seguramente tienes el desafío de balancear la crianza de tus hijos y tus actividades del trabajo, así como enfrentar las adversidades para desarrollar ambos papeles. Ser mamá y profesionista es un trabajo muy complicado pero que forma parte de la evolución positiva del estereotipo que se tiene de la mujer en México. Según algunos estudios, casi el 85% de las mujeres tiene la firme convicción de que la maternidad es un obstáculo para el desarrollo profesional.

La presencia de la mujer que es madre en el ámbito laboral es cada vez más contundente y evidente, afirman que ser madre les brinda otra visión, habilidades, sensibilidad y, capitalizando todo esto, es como se ha podido ver a estas mujeres en posiciones estratégicas en las empresas sin sacrificar su labor de mamás.

De acuerdo con la encuesta realizada por OCCMundial, con motivo del Día de las Madres, 6 de cada 10 madres profesionistas afirman tener facilidades en su trabajo.

Entre las facilidades que las empresas en México otorgan a las madres trabajadoras se encuentran:

  1. Incapacidad laboral (66%)
  2. Permisos para atender necesidades escolares y de salud de los hijos (65%)
  3. Flexibilidad de horarios (46%)
  4. Programas de lactancia (29%)
  5. Guardería (19%)

Según datos obtenidos de la misma encuesta, alrededor del 80% de los profesionistas encuestados opina que la maternidad (39.7%) y tener mayores responsabilidades en el entorno familiar (38.3%) son los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres para desarrollarse profesionalmente. 5 de cada 10 madres de familia mexicanas ha rechazado alguna oferta laboral por algún tema relacionado a la maternidad.

Las Leyes para proteger la maternidad en el trabajo no han capturado la realidad de un país como México, el cual tiene los menores costos laborales directos vinculados a la protección y maternidad. Algunas empresas despiden a sus trabajadoras embarazadas, aun cuando está prohibido en base al artículo 11 fracción XV de la Ley Federal de Trabajo.

Se desperdicia mucho talento y energía vital cuando las empresas no entienden los desafíos que presenta la maternidad. Para la mayoría de las personas el trabajo es un factor primordial en su calidad de vida. No sólo por lo evidente que es la remuneración y las seguridades que un sueldo, sino porque un trabajo se convierte en seña de identidad y parte nodal del bienestar general.

La ambigüedad de las facilidades que los empleadores ofrecen a las mujeres con hijos, el conflicto en el papel del trabajo y el bajo nivel de apoyos reales generan modelos en el que no solo pierden las madres, también las empresas. Si una empresa no apoya a las madres trabajadoras, la frustración y las expectativas no cumplidas afectarán en proporción directa los resultados de la empresa.

Si bien se ha ido avanzando y hay quienes piensan que el cambio no ha sido significativo, lo cierto es que se tiene que seguir trabajando en promover y fomentar las condiciones que posibiliten la equidad de oportunidades y de participación en la vida cultural, económica, política y social de las mujeres que son madres de familia, a través de diferentes iniciativas por parte del gobierno, del sector empresarial, instituciones educativas y el seno familiar.

Ante estos retos mencionados, te dejamos una serie de consejos para ser madre y profesionista sin morir en el intento:

  • Dile adiós a la culpa. Siéntete orgullosa de ser profesionista y mamá, estás dando un gran ejemplo a tus hijos. Deja a un lado pensamientos negativos por no dedicar el suficiente tiempo a los hijos. Lo importante no es el tiempo que pasas con tus hijos, sino la calidad del mismo.
  • Organiza tu tiempo. En medida de lo posible respeta la jornada laboral (horario de entrada y salida), sobre todo si no tienes la oportunidad de horario flexible o especial. Has tú día más productivo, organiza en base a prioridades  y dedica tiempo a la convivencia y educación de tus hijos.
  • No te sientas la mujer maravilla. Sé consciente de que no siempre podrás hacer todo tú sola, busca una red de apoyo para evitar preocupaciones si no puedes con todo al mismo tiempo. La maternidad y la carrera profesional son compatibles y complementarias, no busques
  • Ama lo que haces. Si ya tomaste la decisión de combinar ambos roles, disfruta lo que haces en el trabajo así como en tú casa. Debes sentirte orgullosa de crecer como profesionista, mujer y madre.
  • Dedica tiempo para ti. No olvides guardar tiempo para ti, realiza actividades que te gusten o apasionen, esto ayudará a que el estrés y la rutina no absorban tu buena actitud ante la vida. Ten una rutina de bienestar y cuidado personal.

Para ser mujer, madre y profesionista debes tener un plan de vida que ayude a estructurar un poco más tus actividades y así evites sentimientos como frustración, depresión, ansiedad e incluso insatisfacción en la vida.

Este 10 de mayo nuestro deseo es que seas feliz, no sólo por fungir la responsabilidad de ser madre, sino de crecer como mujer, profesionalmente y empresarialmente.

¿Y tú ya eres mamá profesionista? Cuéntanos cuál ha sido tú gran desafío y qué tips te han ayudado a equilibrar ambos roles.