Por lo regular cuando iniciamos la búsqueda de un nuevo trabajo, independientemente los motivos que nos llevan a hacerlo, no prestamos la atención requerida al proceso de selección y participamos de forma improvisada, sin ninguna estrategia y mucho menos sin tener en cuenta las consecuencias que puedan resultar de un mal proceso. Sobre todo si no estábamos en búsqueda activa y se presenta una oportunidad laboral de interés.

Si bien es cierto que esta era digital facilita la búsqueda de empleo, seguimos sin prestar atención a los detalles que conlleva un proceso de reclutamiento y selección y cometemos errores que nos descartan de  lo que pudo haber sido nuestra oportunidad para emplearnos o para crecer profesionalmente.

Cada empresa es diferente y por lo mismo los criterios de selección cambian, sin embargo, debemos tomar en cuenta que desde el momento que aplicamos a una vacante o somos contactados a través de alguna red laboral, nuestras acciones o comportamientos definirán en gran medida el éxito que tendremos en el proceso de selección. Muchas veces no sólo se trata de cubrir un listado de requisitos de un determinado puesto, sino de encajar con la cultura y valores empresariales.

Por mucha o poca experiencia que tengamos en los procesos de selección, hay aspectos que por obvios que parezcan debemos tomar en cuenta para evitar perder oportunidades laborales importantes. Por lo mismo, te presentamos los siete “pecados” o errores que debes evitar:

  1. Postular a una vacante sin revisar el perfil o los requisitos de la misma. Sabemos que muchas veces la presión por conseguir un empleo o la desesperación de huir de nuestra empresa actual nos hace aplicar a muchas vacantes al mismo tiempo y sin reunir los requisitos básicos de la posición. Muchas veces no leemos qué es lo que solicita la empresa y envíanos nuestro currículum o peor aún, mentir y colocar en nuestro CV certificaciones, idiomas o experiencia con la que no contamos.
  2. Enviar tú CV sin revisarlo, actualizarlo o con un diseño obsoleto. Evita enviar un CV que no contenga tu experiencia actual o más reciente así como diseñar el contenido en más de dos hojas, sin estructura. Considera que tú CV es la única información que tiene la empresa de inicio, evita que te descarten por no destacar puntos sobresalientes sobre tu experiencia y preparación.
  3. Ser impuntual o no presentarte a la entrevista o durante las fases del proceso de selección. La puntualidad habla de ti, de tus valores o principios, pueden presentarse imprevistos pero notificar al reclutador dará una buena imagen de ti. No arriesgues futuras oportunidades de tú interés por dejarle una mala impresión al reclutador.
  4. No prepararte para la entrevista. Primero debes conocer muy bien tu CV, lo que has puesto en él ya que es tu carta de presentación y la entrevista se basará en gran medida en este. La preparación es fundamental para demostrar que eres la persona adecuada para desempeñar el puesto. No saber qué responder ante la pregunta de cuáles son tus competencias o habilidades habla mal de ti, conoce tus fortalezas y las áreas que aún estás desarrollando para saber venderte en la entrevista.
  5. Vestirte o arreglarte de forma inadecuada para la entrevista (aún cuando la entrevista sea vía virtual). Cuidar tu apariencia refleja profesionalismo y sobretodo tu personalidad, demuestra la importancia que estás dando al proceso de selección al cuidar tú imagen profesional.
  6. Comportarte de forma arrogante. No es lo mismo quererte lucir en una entrevista que ser arrogante, cuida la forma en la que comunicas tus respuestas. Habla de hechos concretos sin agregar adjetivos que te hagan parecer egocéntrico o presumido. No confíes en exceso de tus capacidades, debes mostrar por qué eres un buen candidato, no asumirlo
  7. Desaparecer durante el proceso de selección o contratación (ghosting). Si la vacante ya no es de tu interés, surgió un incremento/crecimiento en tu actual empleo o te diste cuenta que esa posición/empresa no es para ti, comunícalo y evita dar una mala imagen que comprometa la posibilidad de acceder a otras oportunidades de empleo futuras.

El participar en una nueva oportunidad laboral no debe convertirse en una mala experiencia, es crucial prepararnos, ensayar, conocernos y buscar herramientas que nos ayuden a vendernos mejor durante la selección. Adicional seamos profesionales, reflejemos una buena imagen profesional desde el principio hasta el final del proceso, no pongamos como excusa experiencias previas no satisfactorias con reclutadores que no te brindaron un proceso adecuado.

¿Agregarías otro “pecado” que se deba evitar en un proceso de selección? Cuéntanos tus experiencias.

Colaboración especial de Mari Martínez

Senior Recruiter de Recruiters and HR