Con la vuelta a la “normalidad”, la búsqueda de perfiles interesantes para las empresas ha vulto a ser una prioridad, ya que estos tienen mucha importancia a la hora de mejorar la competitividad y, por ello, lograr que los mejores empleados se queden en una empresa es primordial.
Para lograrlo, el departamento de recurso humanos debe echar mano de todas las herramientas que estén a su alcance, tanto para conocer las necesidades de los empleados, de la empresa y los clientes, así como para buscar a los candidatos ideales en un mar de oferta laboral, asegurándose que el valor que ofrecen sea suficiente para los empleados actuales como para los que llegarán en un futuro.
Una buena forma de saber cuáles son estas necesidades es realizar encuestas periódicamente, al menos una cada tres meses. Así, recogen de primera mano información sobre la contratación de empleados, la satisfacción y la actitud y pueden identificar los factores clave detrás de cada una de estas métricas. Aunque hay un pero: muchas veces no son suficientes para conocer cuál es el sentir general de la plantilla.
Los responsables de cada área deben conocer a sus trabajadores y sus necesidades, facilitando la comunicación, mostrándose empáticos con los problemas reales y cotidianos de sus colaboradores, ideando eventos para fortalecer el vínculo del equipo más allá del trabajo, etc.
Para este cambio cultural al interior de las empresas, deben participar todos, desde el director de la empresa hasta el asistente con menor rango. Todos deben apostar por un cambio organizacional que incluya tácticas de mercadotecnia para afianzar vínculos emocionales entre los directivos y sus colaboradores.
Suena “fácil”, pero no es tan sencillo como simplemente implementar una campaña publicitaria. Es necesario el cambio total en la cultura organizativa de las empresas, es necesario realizar un gran cambio de paradigmas y de hábitos adquiridos, una modificación total de la política interna de la compañía. Y eso, que a priori resulta bastante costoso, habría que hacerlo con el mínimo gasto posible, para que no suponga una carga para el departamento financiero y se descarten estas acciones.
A pesar de las complicaciones que podría representar, es una gran oportunidad para incrementar la competitividad de las empresas. Un equipo bien afianzado con raíces de compañerismo sólidas, hará frente a cualquier reto que se le presente, involucrándose y haciendo suyos los logros. Esto fortalecerá a toda la organización desde adentro y se traducirá en una imagen de triunfo y aspiración para el exterior. ¿Te atreves a hacer el cambio?
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